Entre formulas matemáticas, Dylan, el Olivo y selenitas: La música de las esferas

Reseña del poemario del apurimeño Donny D. Portillo Ferro

Por Miguel H. Tapia Salas

La música de las esferas (2023) es un poemario abanquinísimo. En el que el arpa y el violín conviven con la música de Dylan y Hendrix, en un sincretismo cultural que Arguedas admiraría. Sus referencias abundan en nostalgia a nuestra identidad e historia. A una ciudad más comunitaria, donde el barrio y todas las distancias son más cercanas, a la familia.

Adorno (2006), plantea la poesía como una reacción a un mundo con el que se está disconforme, y como buen activista, es lo que hace Donny. Reconstruye en sus versos un mundo diferente, aunque no alejado. Su escritura es política, es humana, puesto que la disconformidad acarrea el deseo de cambiar el mundo, a lo Quijote. Para él la poesía es una «chompa a rayas que tejió mi madre/ Para abrigarme de los roídos del mundo y el impune corazón.»

Sus versos son modernos sin abandonar las raíces y he ahí el merito mayor de LMDLE, aprovechar las técnicas de poesía contemporánea para transmitir un sentir andino transversal a nuestra historia. Sin más preámbulo, compartimos dos poemas suyos:

CÓMO CANTAR AL DHARMA — SI EN LA √DEL GIRASOL
LOS FÍSICOS SOSPECHAN


“En el arte, como en el amor, la ternura es lo que da la fuerza”
Oscar Wilde


I
Hoy no siento frío hermanito
La poesía es la chompa a rayas que tejió mi madre
Para abrigarme de los roídos del mundo y el impune corazón.
Roídos que cruzan mi puerta Y andan de arriba abajo A tientas
Como un ángel vagabundo Trazando la intersección de mariposas y helicópteros
Desmesurando al alma de mi témpano niño.
A mis 8 años y con 25 duplicados de mi álbum Navarrete
Poco entendía de superhéroes Poco entendía del vacío y de sus beldades efímeras.
Pero la tele —Cajita resonante de luz infrarroja— Me decía:
Tonelp Capdush Algo así Como:
—Abre las ventanas y vuela con el viento.
Precisamente entre ese viento y mis axilas Busco la madurez
Sin embargo: Ajeno de tal premisa Y vasto de este temblor
Resuelvo contemplativo la flama creadora de los tránsitos
Donde mi inseguridad Es un mecanismo de alerta temprana
Cual premura Las mentiras de la noche.

II
Un día descubrí Shullvantan Poguiü
Mundo arcano suspendido al hilo de mi chompa (Gracias mamá)
Estas son las mañanitas Una dulce sinfonía de bondades.
Un día desperté Y estábamos condicionados a los semáforos
A la cifra Y a entreverarnos con los buenos modales El pan de cada día
El perfume de nicotina Salvoconductos en las fronteras del software.
En tanto La Patagonia —¡Uy! ¡Qué helado!
—¡Miren! Cómo la recorren con la desnudez
El valor absoluto que define lo suave y real De cantar
Hundir y morar La sustancia inmaterial.


III
¿Cómo cantar al Dharma? Si la palabra2 + alma2
Centellan despoblados satélites
Lisérgicas como la infancia Herrumbrosos De cardos y jaranas.
¿Cómo cantar al Dharma? Si en los armisticios Denotan
La constante irregularidad de sus cejas De los dados
De la suerte En el péndulo engendro de la saliva.
¿Cómo cantar al Dharma? Si en la √del girasol los físicos sospechan
De algo o nada No es lo mismo Si de valores se trata
Van y vienen Como vidas Protones y neutrones.
¿Cómo cantar al Dharma? Si estos puentes suspiran
De modo que la tarde Es un beso Un candado Una linterna
Tímidamente puesta Al horizonte de sucesos.
¿Cómo cantar al Dharma? Si Shullvantan Poguiü corre peligro
Lo miran de lado De frente y dentro Y en el último ensayo
—¡La paradoja! La singularidad temporal de nuestra cálida condición.
¿Cómo cantar al Dharma? Si mi infancia escribe estas páginas
Si los parques son la chompa Y los labios
El color dulce de la juventud.

SAMSARA


“Tu nombre viene lento como las músicas humildes”
Oquendo de Amat


Si tan solo existiese otra vida
hablaría de esta
como el mejor día de un niño
en una ciudad que se hace metáfora
con la sencillez de los semáforos
y la alegría de los locos.
Pero… ¿Quiénes son los locos?
Si tan solo existiese otra vida
insistiría en que fuéramos niños
—caso contrario— la esquina de un planeta.
Pero que no cambie el azul de los cielos
que no cambie el movimiento de las cortinas
el paroxismo de los Beatles
el ritmo de Venus
la frescura de las muchachas.
Si tan solo existiese otra vida
rogaría por el color de Saturno y Monet
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rogaría por el temblor de Adán y Ginsberg
rogaría por la bondad de los páramos
—es decir— la diáfana sustancia
el reinvento de las begonias
la gloria del Salkantay
premisa que extiende la idea Tarkovskiana
de “esculpir el tiempo”.
Si tan solo existiese otra vida
que sea esta
sin los anuncios del espectáculo
que sea esta y que nazcan los mejores amigos
que broten las naciones soñadas
los árboles antiguos
que surja un Elvis— un Wagner
que la palabra sea un síntoma de vida
más no— la tesitura de los afanados
que los grandes ministerios den lugar a bosques
y que los bosques se afirmen en versos
versos que iluminen escuelas
escuelas rurales – por ejemplo.
Si tan solo existiese otra vida
que los grandes relatos de esa vida
mencionen la extinción de las especies
el desencanto social— la premura de los dioses
que los grandes sentimientos sean poemas
y que los poemas purifiquen el mundo
y que los hijos iluminen el mundo
y que la voluntad— sea un gigante airoso
en la gran inundación.
Si tan solo existiese otra vida
no dudar en escribir esta
en las fachadas del metro
en los cruces y arroyos
y si el universo lo permite
entregarlas a las posibilidades de la materia
para la trascendencia primordial.
Si tan solo existiese otra vida
siendo un caracol— un gato budista
me bastaría
entregaría las armas
renunciaría a los conceptos
mencionaría a las estrellas cruciales
solipsistas—solipsistas
mitificaría a los grandes sistemas económicos
al ámbar estéril
de su estrecha muerte rosa.
Si tan solo existiese otra vida
Que sea esta
Pero contigo.

Doonny D. Portillo Ferro (1989) es un poeta abanquino con inclinación a las matemáticas, autor de La música de las esferas (2023), coeditor de Estación Sur: muestra de poesía apurimeña contemporánea, tiene su obra diseminada por la web. Es visitante ocasional de otros planteas, conversador de selenitas, activista social y cultural. Miembro fundador del colectivo de arte y literatura Katatay.

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