
Reunimos poemas malos de grandes poetas, para satisfacer el morbo de los lectores. Vallejo, Varela, Vargas Llosa y otros grandes nombres, reducidos a los textos que consideramos algunas de sus caídas más estrepitosas. Opinión pura y dura.
Alondra
Hildebrando Pérez
No me digas que esta alondra
Se murió de marketing. No es verdad
Que un viento sucio la arrastró
Hacia un horizonte más amable.
Nunca aceptó una manta, un racimo
De uvas, un gusanito en el pico.
Ahora que nadie se acurruca
Bajo el cine divino de tus alas,
No me digas que esta alondra
Se murió de marketing:
Yo sólo escucho el mar.
De Aguardiente Forever (2007)
Cuando Hildebrando Pérez se mató de marketing… y a la poesía consigo. (EG)
4
(fonemas)
Carlos Germán Belli
Al ras del suelo
bebé gamba abokarié
niño gamba ibiriki
Giá uomo gamba abokoró
con bastones troc troc
Nella mattina gamba abokarié
nella notte gamba abokoró
nella mattina electrec
trec treec treeec
nella notte electroc
troc trooc troooc
De Sin productos agrícolas (1955)
Desde el título evidencia su intención: un poema que juega con el sonido, Fonemas utiliza un lenguaje que permite la transmisión de ideas incluso sin palabras. Un juego vanguardista muy ingenioso, y un aporte formal inmenso a la literatura… ¿en 1955? ¿En serio? ¿No? treec treeec, troc trooc troooc. (Miguel H.)
El Perú
Marco Martos
No es este tu país
porque conozcas sus linderos,
ni por el idioma común,
ni por los nombres de los muertos.
Es este tu país,
porque si tuvieras que hacerlo,
lo elegirías de nuevo
para construir aquí
todos tus sueños.
De Cabellera de Berenice (1990)
Digno de una canción de Suárez-Vertiz o Gianmarco, Martos explora en este poema la más exquisita cima del lugar común y de la cursilería. (EG) Este poema le valió la inclusión en los libros escolares del MINEDU e innumerables antologías. El Perú azucarado. (Miguel H.)
Justicia
Blanca Varela
vino el pájaro
y devoró al gusano
vino el hombre
y devoró al pájaro
vino el gusano
y devoró al hombre
De Canto Villano (1972)
Justicia tiene un afán moralizante propio de un fábula cristiana. Brevísima extensión de un refrán popular, sin siquiera el perdón de la belleza. (Miguel H.)
Chansons d’amour
Luis Hernández
Si supieras lo simple
Que es hablar contigo
Podríamos juntos
Y bajo la tarde
Ir y decir que nada
Olvidaste
Si supieras lo simple
Que es hablar contigo
Mientras existas
No podré dejar
De escribir: lirios,
Colinas, una calle
Extraña y el Universo
Desplegándose para dar
A tu cuerpo
Cabida. En alta mar
Y sonrientes observando
La hora tranquila. Hacia
Ti está cerca el rumor
Del follaje tranquilo,
No sé de otra forma
Decirlo y el jardín:
No hay duda
El cielo son dos.
Así de bello es amarte.
De Vox Horrísona (1978)
Ejemplo de cómo el amor emboba. A la Luchito se le ha perdonado la fea letra, los colores chillones y el descuido de bohemio, ¿pero los malos versos? (EG)
Los heraldos negros
César Vallejo
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… Yo no sé.
Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como un charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes … Yo no sé!
De Los Heraldos Negros (1918)
Presuntuoso, artificial, grandilocuente, de una profundidad impostada y pegada con saliva. Los Heraldos Negros es un poema escrito para pasar a la historia y ser recitado en las actuaciones escolares por niños histriónicos. Vengan las piedras: no me corro. (Miguel H.)
Bonus track
Y para terminar este recuento, abrimos los horizontes y les entregamos un mal poema de, aunque no poeta, un excelente exponente del tropiezo literario (y no solo de ese).
La Coqueta
Mario Vargas Llosa
¿El secreto de mi felicidad?
La esquiva sonrisa
que atiza
el hambre de amor
de los viajeros
el ligero mohín
que ensalza la
curva de mis labios
y descubre la nieve
relampagueante
de mis dientes.
Una rodilla
un empeine
el lóbulo
de la oreja
las aletas
de la nariz
pueden
insinuar cosas
hermosas y
llenar de deseos
a los hombres.
Amigas, ustedes sólo sueñan:
yo hago soñar.
De Diálogo de damas (2007)
Útil para dar ejemplos de metáfora a escolares, este poema muestra los talentos del Nobel en el coqueteo a la poesía. (EG)
…Continuará.
Selección, comentarios y blasfemias de Miguel H. Tapia Salas y Erick Garay